jueves, 12 de febrero de 2009

López del Oso gana el VI Premio Minotauro con 'El templo de la luna'


La obra ganadora mezcla las referencias a la cultura precolombina con las alusiones a la vida extraterrestre


El escritor madrileño Fernando J. López del Oso ha ganado hoy con su novela El templo de la luna la sexta edición del Premio Minotauro internacional de Literatura Fantástica y Ciencia Ficción, dotado con 10.000 euros. El jurado del premio estuvo compuesto por Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Ángela Vallvey, Laura Falcó Lara y Federico Fernández Giordano, ganador de la edición anterior. Actuó como secretario el director de la Editorial Minotauro, José López Jara.

Licenciado en Biología, López del Oso (Madrid, 1974) propone en El templo de la luna una novela de aventuras en la que hay elementos del género negro y de ciencia ficción. El Premio Minotauro está convocado por ediciones Minotauro, del grupo Planeta, con el objetivo de que sirva como plataforma de proyección para los autores de este tipo de género literario.
"Este premio significa para mí un ¡Bienvenido al Club! un ¡Eres uno de los nuestros", apunta López de Oso al recibir el galardón. Y lo explica: "Hasta ahora sólo había escrito ensayos pero, desde pequeño, siempre asocié la idea de escritor con la de novelista. Lograr llevarla a buen término y que sea apreciada es mi gran triunfo", añade.
"En los ensayos -apunta- firmaba Fernando Jiménez, pero ahora voy a mantener el nombre con el que me presenté a este premio, Fernando J. López del Oso" tanto por su rotundidad como por la referencia a su padre, que ha sido -dice- "un magnífico compañero de viaje al mostrarme que el mundo es más complejo de lo que aparenta". Hijo del popular escritor y periodista Fernando Jiménez del Oso, especialista en temas de misterio y parapsicología, fallecido en 2005, el autor premiado apunta que El templo de la Luna será "la primera de muchas novelas más".


Aventuras precolombinas


La obra galardonada es "una novela de aventuras, con rasgos de género negro, policíaco, terror y hasta humor", explica el escritor, quien cuenta cómo la novela arranca en Egipto, para luego transcurrir en un breve espacio de tiempo donde se entra de lleno en el mundo de las culturas precolombinas. El protagonista de El templo de la luna vive metido de lleno en la realidad, hasta que su trabajo, que le lleva al estudio de estas culturas, siembra serias dudas sobre el origen extraterrestre de sus antiguos dioses, lo que desmantela sus principios.
El escritor y miembro del jurado Juan Eslava explica cómo en la página 30 de El templo de la luna pasó "de ser jurado a lector", porque "la obra te va arrastrando, gracias, en parte, a la buena utilización de los trucos novelísticos". Fernando Delgado, también jurado, explica que la obra es "una historia de historias, como cajas chinas", para luego rematar: "Marsé dice que a una novela se le puede perdonar todo menos que te aburra. Y ésta, desde luego, no peca en absoluto de ello".


EFE



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