Vicent Sanchís, periodista y especialista en cómics acaba de publicar un libro sobre la censura en el mundo del cómic Franco contra Flash Gordon, por el que ganó el premio de ensayo Joan Fuster, y con una conferencia sobre este libro ha inaugurado la Sala de Conferencias de este28 Salón del Cómic de Barcelona.
Sanchís ha buceado en los archivos de Ediciones B y los de la Biblioteca Nacional para encontrar algunas de las fichas que los censores escribían dando las “directrices” de lo que se podía o no podía, decir, dibujar o contar en las viñetas.
Para este periodista, el franquismo no hizo más que aplicar la censura que previamente ya existía durante la segunda república pero multiplicada por mil , y además, copiar el modelo censor de Francia. En los tebeos se aplicaba una doble censura, la que los mismos autores se aplicaban para poder seguir publicando y la que después, rotulador rojo en mano, aplicaban los celosos censores. Los grados de censura fueron variando en función del régimen franquista y su proyección exterior, así pasamos de una férrea censura en los años 40, en los que se toleraba la violencia, el racismo o la xenofobia pero no el erotismo o cuestionarse la autoridad familiar hasta los años 70 en que las publicaciones para adultos, entre las que se encontraban muchos tebeos, se publicaban sin pasar por el filtro del censor. Seguir el rastro de la censura en los tebeos ayuda a entender la historia reciente española.
Sanchís ha reflexionado sobre el difícil trabajo del creador en este período, siempre pendiente del censor, y de lo difícil que era mantener la calidad en estas condiciones.
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