La abogada de Eustaquio ya no podía sostener mas la defensa de su cliente, aducía que era imposible mantener tantas mentiras y que su reputación como legista estaba en juego. Bueno, ya no hizo falta más los servicios de Clara, y Pedro se encargo de avisarle en su domicilio particular que estaba fuera del caso.
Dibujo y Texto: Gustavo Seronello
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