Los autores españoles Ismael Ferrer y Laura Pérez Vernetti, junto con la artista estadounidense Melinda Gebbie, reabrieron el debate sobre la pornografia, al defender las ilustraciones de cómic con escenas sexuales como parte de la vida diaria y acallar así las voces de los que menosprecian este género.Ferrer, conocido por su serie erótica “Katy” y por su estilo más próximo a la manga japonesa, se definió con orgullo como un “artista pornográfico”, y dijo que se siente halagado que sus historietas ilustradas provoquen una sensación a los lectores que les lleve a la masturbación.“Tengo asumido que soy un pornógrafo.
Me hace mucha gracia cuando algunos autores dicen que no hacen pornografía, sino erotismo. Yo tengo claro que hago pornografía ilustrada”, afirmó durante su intervención en la conferencia “La cultura del erotismo” en el 26 Salón Internacional del Cómic de Barcelona.
Su visión también fue compartida por Gebbie, autora de la novela gráfica de tres volúmenes “Lost Girls” y que abanderó el cómic feminista y underground en EEUU, tras lamentar la percepción negativa que se tiene de la pornografía.“La pornografía es algo del que todo mundo tiene una conciencia especial, como si el sexo no fuera parte de la vida diaria. El sexo es parte de la máquina humana”, precisó.
Para Gebbie, que con su trabajo ha redefinido la pornografía desde una perspectiva femenina, dijo que las sociedades anti-pornográficas están negando la felicidad y crean inseguridad a los ciudadanos.“El sexo permite crear una dignidad individual y a los gobiernos no les interesa. Prefieren las guerras, que lo ven como algo positivo, cuando es todo lo contrario”, puntualizó.Lo mismo opina Pérez Vernetti, autora de “Habitaciones desmanteladas” y que alcanzó la fama por sus ilustraciones en la revista “Víbora”, quien lamentó esta actitud existente de que todo lo sexual distrae del trabajo y del cumplimiento de los deberes.“El placer es algo que molesta al poder”, señaló, tras anotar que utiliza el sexo en sus historietas como un componente narrativo, y que para ella no sólo es importante el actual sexual en sí, sino el antes y el después.Erotismo o pornografía, todos ellos coinciden de que no existe una línea divisoria, y que es necesario romper los tabús y pronunciarse sobre la pornografía y mostrar más las experiencias sexuales como algo natural como la vida misma.
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