--Ha vendido usted millones de cómics. No está mal para un creador que suele lamentarse de tener poca formación.
--Es cierto, pero aún hay una generación de artistas de cómic previa a la mía que no tenía ninguna formación. No es un pecado mortal. Mi formación no es completa, pero estoy siempre aprendiendo.
--¿Cómo se produce el paso del Jean Giraud que firmaba el wéstern del teniente Blueberry al Moebius de los álbumes de ciencia ficción?
--Desde el mismo momento en que entro en el mundo del dibujo (que fue, como todos los niños, hacia los 3 o 4 años), tuve una doble inspiración: la literatura infantil y el mundo del arte. Esta dualidad no me ha abandonado nunca, siempre he tenido una visión estereoscópica de la expresión artística. Pero tuve que esperar hasta los 23 años para poder tener la libertad de crear una historia que, sin dejar de pertenecer al mundo del cómic, tuviera una ambición verdaderamente artística.
--¿Su proceso de creación es una experiencia mística?
--No me fío de la palabra mística. Prefiero decir que investigo para llegar a un conocimiento, que se acerca a la metafísica, sobre la conciencia del ser y los mecanismos de funcionamiento de la realidad. También intento establecer un sistema de comunicación con lo invisible y lo sorprendente. Bueno, esta ha sido mi ambición. Lo que queda de ello se puede ver sobre el papel.
--¿El público conecta a un nivel no racional con su obra?
--Sí. Es algo que yo he buscado y que he creado. He establecido una relación con el lector que tiene un carácter bastante mágico y que puede ser violenta, irónica, lúdica y traviesa.--Sus viajes a México han sido determinantes como inspiración.
--¿Los hongos?
--Bueno, sí. Fue una experiencia determinante y sigue alimentándome. No es una cosa que haya que tomar cada mañana, claro. Influyó en mi trabajo y en la relación con mi familia, que es más importante y mucho más peligrosa que los hongos. Ja, ja.
--Ahora se ha pasado al género autobiográfico. En Inside Moebius trata el atentado del 11-S.
--Hago coincidir al jefe apache Gerónimo y a Bin Laden. Son dos arquetipos que surgen de mi inconsciente, dos formas de la misma lucha, indígenas contra blancos y el Islam contra Occidente.
--¿Jean Giraud se parece a alguno de sus personajes?
--En Inside Moebius se supone que uno de los personajes soy yo, pero una vez dibujado ya dejo de ser yo. Es divertido.
Gemma Tramullas
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